
Nuestros Proyectos
La Fundación Alianza y Salud proyecta la construcción y conformación de la clínica László, en primera instancia, como un espacio de salud integral, donde cada paciente sea recibido con la compasión del buen samaritano (Lc. 10, 25-37). En este texto bíblico se nos enseña a no hacer distinciones entre el amor a Dios y al prójimo. El samaritano que detiene su camino, su vida, suspende su marcha para encontrarse con el otro. Tiene compasión para, finalmente, movilizarse a la acción, porque el Amor lo mueve.
Por la obra del Espíritu, cada etapa del proyecto ameritará un discernimiento particular; se buscará la voluntad de Dios y, teniendo en cuenta la realidad de las circunstancias, se intentará lograr un equilibrio entre lo ideal y lo posible, teniendo como objetivos centrales:
Una atención de salud de excelencia: basada en la dignidad intrínseca de cada persona.
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Espacios de evangelización que promuevan encuentros con Dios a través del testimonio y la acción.
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Acompañamiento integral: restaurando la armonía del cuerpo, la mente y el espíritu.
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Sostén de la vida de los que trabajan y crecimiento del proyecto dentro de una visión comunitaria y solidaria, y con una economía de comunión.
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Desarrollo y crecimiento humano e institucional basado en la búsqueda de la voluntad de Dios en cada tiempo.
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Desarrollo y crecimiento de la comunidad toda donde se insertará este proyecto, promoviendo una cultura del encuentro civilizadora.
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Complementariedad del proyecto con la vida y objetivos del Movimiento de la Palabra de Dios.
De este modo, se intentará alcanzar las actitudes del buen samaritano y del posadero para asistir a cada paciente y su familia. Se tratará desarrollar un amor al prójimo genuino, concreto y universal que dé testimonio de una civilización del amor posible y cercana, y anime a todos a darle vida cada día.
El nombre de la primera obra honrará a László Batthyány-Strattmann, noble, aristócrata y médico austrohúngaro, esposo y padre de 14 hijos. Laico comprometido con las causas sociales y ferviente creyente católico, fundador de dos hospitales, infatigable apóstol de los enfermos, fue conocido como “el médico de los pobres”. Fue beatificado en el 2003 por el Papa San Juan Pablo II. Por haber sido un testigo de la fe y un profesional comprometido, su ejemplo inspira la misión de ser "un Jesús en el camino del otro".
Bajo la inspiración del fundador del Movimiento de la Palabra, P. Ricardo Martensen, la figura de este beato, sintetiza la medicina asistencial integral, la impronta de la raíz cristiana y la búsqueda de la evangelización como propósito de vida de la fundación tanto para sus miembros, como para todo aquel que se vincule con ella.